DIY Terrario tropical

Hace siete meses estábamos Joako y yo dando un paseo por París y entramos en Fleux, una de mis tiendas favoritas de diseño, que está en el barrio del Marais. Cada vez que entro allí, salgo con la libreta llena de dibujos y con un montón de inspiración para mis propios proyectos. Esta vez hubo un rincón que me atrajo como un imán, más bien nos atrajo, porque tanto Joako como yo, fuimos directos, sin mirar nada más, hacia un estante inundado de kokedamas y terrarios… Aquello era el paraíso. Había terrarios chiquititos, terrarios medianos y terrarios enormes. La belleza de los recipientes era casi tan deslumbrante como la de los paisajes en miniatura que contenían. Me puse a leer la etiqueta y vi que además de bonitos, aunque estén cerrados, siguen haciendo la fotosíntesis y además el ciclo del agua funciona igual que en la naturaleza pero a pequeña escala. El agua de la tierra es absorbida por las raíces, que después de la fotosíntesis es expulsada por las hojas en forma de gas, en contacto con el cristal, se condensa y se convierte en líquido, cuando chorrea sobre la tierra, el ciclo vuelve a empezar. Así que sólo se tiene que regar una o dos veces al año ¿No os parece asombroso?

Era inviable traernos uno a España por las dimensiones, por ser de cristal y por el precio. Obviamente los más impresionantes eran los que tenían un tamaño XXL y rondaban todos los 300 €. Aún así cuando llegué a casa, no podía dejar de pensar en comprar uno de los pequeños, que tenían un precio más asequible, así que me metí en la web de los creadores, Green Factory, y me llevé una gran sorpresa: vendían kits para hacerte tu propio terrario. Me sentí igual que cuando descubrí el kit de kokedamas de Natalia. No se hablaría más, iríamos al día siguiente a comprar el kit y ya buscaríamos algún recipiente bonito de cristal en España.

Desafortunadamente no todo es un cuento de hadas y cuando llegamos a su tienda, habían cerrado por vacaciones ese mismo día. Mi gozo en un pozo, en Fleux sólo vendían los terrarios ya hechos, así que no sería posible en esta ocasión. Lo bueno es que como vamos muy a menudo a París, no me desanimé y lo primero que hice cuando fuimos este mes de Noviembre fue pasarme a por mi kit y ya de paso le compramos un terrario a los papis de Joaki. Además acababan de editar un libro especializado en terrarios y no pudimos resistirnos a comprarlo 🙂

Ya de vuelta a España, esta vez con el kit en nuestro poder teníamos que encontrar un recipiente bonito que tuviera las proporciones adecuadas para albergar a nuestras plantitas… y esta fue otra odisea. Creíamos que iba a ser fácil, pero la búsqueda se complicó más de lo que esperábamos, fuimos a Ikea, a Zara, a Natura, a Bazares, a mi Casa, al Tiger… ¿en serio no hay un maldito bote de cristal? pues no. No había ninguno que cumpliera los requisitos de tamaño o que tuvieran tapa… y entonces fuimos a Habitat y nos encontramos con este huevito. A mí me encantó desde el principio, pero Joako estaba algo dudoso porque no tenía tapadera, así que nos fuimos a casa con las manos vacías. Entonces se me encendió la bombilla, tenía 3 salvamanteles de corcho de Ikea y si los pegaba entre sí y los tallaba, podría conseguir hacer una tapa. Dicho esto nos volvimos a la tienda a por él y pudimos ponernos manos a la obra y crear de una vez por todas nuestro terrario <3

Materiales terrario tropical

• Tarro de cristal de 17 cm de diámetro y 25 de altura
• Kit de Green Factory
  • Ficus microcarpa
  • Fittonia
  • 550 gr Puzolana (roca volcánica)
  • Tierra
  • Grava blanca, gris y negra
  • Musgo
• 150 ml de agua mineral o agua filtrada

1. Limpiamos bien el cristal por dentro y evitamos tocarlo a lo largo del proceso. Ponemos una capa de la roca volcánica con cuidado. Como este recipiente es un poco más grande que lo indicado para el kit, no teníamos suficientes rocas y rellenamos los huecos con unas piedras blancas que teníamos por casa. Ponemos las plantitas 5 min. en remojo con agua filtrada para que el cepellón esté bien húmedo.

2. Cuando tenemos la primera capa bien tupida, empezamos a crear las decoraciones de estratos con las gravas finas. Dejamos un poquito de grava reservado para luego hacer la decoración en la parte de arriba. Para tener suficiente material, sólo hacemos la decoración junto al cristal y echamos la tierra desde el centro para ir igualando las capas.

3. Seguimos decorando con grava y rellenando con tierra hasta tener una capa de unos 2 cm de espesor.

4. Descompactamos los cepellones y hacemos dos huecos para meter las plantitas. No deben tocar el cristal, si fuera necesario, cortaremos las hojas que nos molesten.

5. Aplanamos la tierra alrededor de las plantas y la regamos bien con agua filtrada. Para regar de forma uniforme , lo mejor es tener un vaporizador porque este flus-flus no es lo más indicado 🙁

6. Ponemos el musgo húmedo, dejando trocitos donde sólo pondremos grava.

7. Transcurridas 48 horas, cerraremos nuestro terrario <3

Si alguien conoce un lugar donde haya botes de cristal con tapa y plantas pequeñitas, que me lo haga saber, porque lo utilizaría como regalo comodín cada vez que surge un cumpleaños o una ocasión especial 🙂

Un besazo :*

K.