DIY Portalápices de fimo con efecto terrazzo

Hace unas semanas tuve el placer de asistir a un workshop con motivo de la celebración del 50 aniversario de Fimo. Dos expertas de joyería con arcilla polimérica, Olga Castuera y Natalia García de Leániz, compartieron con nosotros sus truquitos y disfrutamos de una velada maravillosa.

Durante años, el fimo fue uno de mis materiales favoritos, con él hacía broches de personajillos y las flores con las que coronaba mis rizos, pero desde que empecé el blog no lo había vuelto a tocar, por eso me encantó reencontrarme con él.

Para quien no lo conozca, el fimo es una arcilla polimérica, con el aspecto de la plastilina que endurece con el horneado de cualquier horno casero a una temperatura aproximada de 110°.

Los que me seguís por Instagram habéis visto que os he ido dejando fotitos de terrazzo a lo largo de esta semana y que el viernes publiqué un post de inspiración hablando del terrazzo aplicado al diseño objetual. Todo esto, para poder enseñaros hoy este portalápices DIY que espero que os guste tanto como a mí.

Materiales portalápices fimo

• 3 pastillas de fimo de color blanco
• Trocitos de fimo de colores
• Cuchilla
• Cútter o bisturí
• Pan de cobre
• Rodillo
• Recipiente cilíndrico que pueda meterse en el horno
• Papel de horno
• Horno

1. Ponemos una hoja de papel de horno para trabajar sobre él. Unimos las 3 pastillas de fimo blanco y las aplanamos con el rodillo. Le vamos dando forma de rectángulo y si tenemos laminadora nos facilitará la tarea. Si no tenemos, seguimos utilizando el rodillo hasta conseguir un espesor de unos 5 mm.

2. Cortamos un rectángulo y reservamos el fimo sobrante.

3. Cogemos un poco de fimo blanco y lo amasamos con un trocito de papel de cobre.

4. Con ayuda del cútter o del bisturí, vamos cortando pequeños trozos de fimo de color.

5. Es el momento de jugar con la composición, poniendo y quitando trocitos de fimo donde lo vaya necesitando. A mí me ha quedado con un aspecto bastante pétreo porque mi fimo de color estaban un poco seco, pero como el terrazo no es sino una conglomeración de piedras con cemento, me gusta mucho que haya quedado así. Si los de color estuvieran igual de tiernos que el blanco, la mezcla quedaría mucho más redondeada y con formas orgánicas.

6. Doblamos el papel de horno y con el rodillo incrustamos los pedazos de fimo de color en el fimo blanco. Para que la superficie quede lisita y pulida, pasamos el rodillo de un lado para otro o haciendo movimientos circulares.

7. Cubrimos con papel de horno tanto los lados como el fondo de la lata. Despegamos el terrazzo con ayuda de una cuchilla o de un alambre finito.

8. Enrollamos el terrazzo en la lata y para hacer el emplame, montamos los extremos y cortamos los dos a la vez.

9. Quitamos el sobrante y unimos la junta puliéndola con el rodillo, igual que hicimos anteriormente con la mezcla de terrazzo. Lo hacemos con cuidadito y vamos acompañando el redondeo de la lata, de lo contrario esa parte quedará plana.

10. Ponemos el terrazzo que nos ha sobrado boca abajo, situamos la lata sobre el fimo y recortamos el círculo de la base. Por último quitamos los sobrantes y pulimos la unión.

11. Precalentamos el horno por abajo con la temperatura que indica el envoltorio del fimo. Metemos el portalápices con la base mirando hacia arriba. A los 10 minutos lo sacamos del horno (comprobamos que ha endurecido un poquito), dejamos enfriar y retiramos la lata. Si es necesario ayudaos de un alicate pequeño. Como la lata es de metal, corremos el riesgo de que se caliente mucho y que queme el fimo en la parte de la base. Una vez retirada la lata volvemos a introducir el fimo en el horno y lo dejamos los 20 minutos que faltan.

¿Qué os ha parecido?

K.